En el siguiente artículo vamos a profundizar como tiene tiene que ser un Growth Hacker y tambien hablaremos sobre los diferentes mítos acerca de este nuevo perfil profesional. Tanto si te quieres dedicar a ello, o estás interesado en contratar un Growth Hacker, si quieres saber más sobre el Growth Hacking o simplemente no sábes lo que és, te intersa este artículo. ¿Are you ready?
¿Qué es un Growth Hacker?
El Growth Hacking es una tendencia que está presente o al menos debería estar presente en cualquier empresa que basa sus productos en Internet. Muy amenudo por un lado estaban los profesionales del marketing y por otros los programadores. El growth hacking lo ha cambiado todo, ya que el marketer debe saser de API’s y los programadores de experiencia de cliente.
Toda la empresa debe estar obsesionada por el crecimiento, un paso anterior a las ventas y por lo tanto a los beneficios. No sólo los programadores, también los responsables de clientes, comerciales y recepcionistas. Por ello el Growth Hacking más que una tarea o un perfil dentro del departamento de marketing es un cambio de mentalidad de toda la empresa y sus trabajadores.
Esta tendencia, el growth hacking no sólo deberá ser algo de las startups, ni siquiera de las grandes corporaciones, que con más recursos serán capaces de lograr más resultados. Debe ser un cambio que deberá producirse también en las empresas más pequeñas, en las PYME’s.
Cómo es un Growth Hacker
Cada vez más la profesión de Growth Hacker está de moda, y no pocos profesionales del marketing quieren dedicarse a hacer crecer startups. Es normal, es una actividad que está bien considerada por las empresas, bien posicionada en el departamento de marketing, novedosa, que requiere creatividad y un mente innovadora y por lo tanto una carrera atractiva elegida por cada vez más personas.
Para poder definir lo que es un Growth Hacker, vamos a ver a continuación mitos lo que nos dará oportunidad a desmentirlos, que nos ayudará a saber cómo es y lo que hay tener para poder optar a un puesto de pirata del crecimiento:
Un Growth Hacker tiene que ser programador
En muchas ocasiones las definiciones de Growth Hacker que se pueden leer en internet son muy restrictivas, imponiendo la necesidad de ser informático, cuando muchos de los Growth Hacker más respetados no son programadores
Gagan Biyani , cofundador de Udemy y growth hacker
Es cierto que dentro de esta actividad es necesario programar, pero de la misma manera que es necesario un experto en experiencia de usuario o en posicionamiento natural. Lo que no obliga al Growth Hacker a ser programador, pero si que en su equipo exista uno, debiendo tener conocimientos, o al menos tener presente las diferentes posibilidades o herramientas para poder aplicar al crecimiento de la base de datos.
Los profesionales de marketing no pueden ser Growth Hacker
Se podría pensar que el resto de profesionales del marketing son la competencia del Growth Hacker, incluso el enemigo, pero no se nos puede olvidar que un pirata del crecimiento, no es más que un marketer en la mayoría de los casos, que está dedicado exclusivamente al crecimiento de usuarios. Si bien es cierto que cuenta con otras cualidades, con otros conocimientos necesarios para desarrollar su trabajo, lo que hace que cada vez más se aleje su pérfil al del resto de compañeros. Esto no significa que no se necesiten y que se complementen uno al otro.
Por todo ello creemos que un profesional dedicado al marketing, que cuenta con conocimientos técnicos informáticos y una forma de trabajo basado en objetivos e indicadores a conseguir, mentalidad analítica, que suele ser lo normal en un marketer, es un pérfil perfecto para ser Growth Hacker. De hecho todavía hay muchos y reconocidos Growth Hacker cuya posición en las empresas son Directores de Marketing.
El Growth Hacking está reñido con la ética
Desde mi punto de vista, el Growth Hacker debe ir más allá, explorando caminos por los que otros no han andado. Algunas veces deberán saltarse algunas barreras, ignorar reglas para lograr más conversiones que la competencia. Es posible que al menos entren en terrenos poco éticos e incluso que estén cerca incluso de lo ilegal. Como veíamos en el ejemplo de Airbnb, publicaron los anuncios en Craigslist, que casi con total seguridad si les hubieran preguntado, no se lo hubieran permitido.
Un Growth Hacker debe inventarse nuevas formas de difundir su producto, de llamar la atención del usuario, tiene la obligación de ser creativo ya que se le tiene que ocurrir nuevas formas de llegar al usuario, no debe utilizar los canales de distribución o soportes de publicidad habituales. Ahí ya están el resto de productos. Si quieres triunfar con un producto no puedes hacer lo que ya está haciendo el resto. Dandonos cuenta que la ventaja competitiva además de estar presente en el producto, debe estar en su forma de distribución, que por otro lado debe formar parte del producto. Nada fácil. Para hacer las clásicas acciones de marketing, tienes las agencias de marketing. Un Growth Hacker debe ir más allá.
Lo que si deben ser los Growth Hacker son analíticos
Una vez que hemos desmentido algunos de los mítos que existen alrededor de los Growth Hacker, vamos a centrarnos en lo que sí deben ser, que por encima de cualquier otra cosa, deben ser analíticos, basándo sus decisiones en datos:
- Lo bueno de los números es que no mienten, y una vez que se ha medido el éxito o no de una acción en particular, no queda más remedio que ser humilde y aceptar con honestidad los resultados y ponerse manos a la obra a buscar una alternativa para corregir o mejorar. Para ello es necesario durante la definición de la acción de marketing, incluir los diferentes objetivos con sus indicadores para el control y seguimiento. Esto no es nada nuevo en el mundo del marketing moderno, aunque en el Growth Hacking se acentúa aún más, de tal manera que debe reirnar un gran dinamismo, por lo que si algo no ha funcionado, se deshecha inmediatamente. No hay segundas oportunidades.
- De tal manera que si por ejemplo se ha probado una estrategia de referencias, insertando links en otras páginas, que en un principio no se esperaban demasiados resultados, pero que una vez que se analiza, se observa que estos resultados han sido mejores que con otras estrategias, el equipo debería enfocarse en las próximas semanas en esta táctica. No dando por hecho que va a funcionar indefinidamente. Para ello hay que medir los resultados obtenidos constantemente. No hay que dar nada por hecho.
- Si conocemos el histórico de las acciones realizadas, propias y de los competidores y los resultados obtenidos, podremos repetir lo realizado. De nada o de muy poco sirve que hayan mejorado los resultados si no sabemos el porqué.
- A través del análisis los Growth Hacker son capaces de predecir el futuro basandose en los datos pasados. Esto siempre es mejor que adivinar. Siendo lo aconsejable llegar a conocer las causas de los diferentes resultados, aunque no siempre es posible, nos debemos esforzar por conocer la casualidad de lo que ha sucedido.
El Growth Hacker debe saber un poco de todo y mucho de algo
Si bien es cierto que un Growth Hacker tiene que saber algo de casi todo lo que tiene que ver con estrategia, marketing, comunicación, ventas, también de tecnología, programación o de experiencia de usuario, al menos para comprender en su globalidad lo que es necesario para hacer crecer una startup, es muy conveniente, necesario que de algo o de varias cosas sea un verdadero experto. Esto nos dará un ahorro de costes, rentabilizando todos los recursos, ya que el Growth Hacker podrá hacerse cargo de alguno de los capítulos en el proyecto de crecimiento de una startup. En este tipo de proyectos no tienen cabida perfiles que sólo sean gestores: todos los participantes del proyecto deben ser actores. Aún más importante en el caso del Growth Hacker, que le ayudará a liderar el proyecto y su equipo bajo una mejor posición y a entender con profundidad todos los detalles del proyecto.
Un Growth Hacker no es un mago, sino más bien un corredor de maratón. Necesita meses, años de entrenamiento, que le haya llevado al éxito y al fracaso, sobre todo al fracaso donde habrá aprendido mucho más de lo que no hay que hacer. Sin duda de los errores, se aprende mucho más que de los éxitos.
No se trata de hacer de milagros, si no de trabajar intensivamente, midiendo todo lo que hace, cambiando de estrategias constatemente, acumulando conocimiento y experiencia para que en la medida que pase el tiempo, haga más con menos.
Los Growth Hacker deben ser creativos
En el pérfil de un Growth Hacker podría darse una paradoja, ya que en principio podrían considerarse caracteres opuestos el ser analítico con la creatividad. Son este tipo de cualidades lo que definen un buen Growth Hacker, que por un lado tienen que estar atentos a los números, a la parte cualitativa del marketing y las ventas, pero dejando un espacio igual de importante a la creatividad, a encontrar formas nuevas de llegar al usuario, de diseñar un interfaz mejor que la competencia o de alcanzar una base de usuarios existentes o diseñar exitosas campañas de marketing. Estas diferentes dimensiones tienen que darse en un Growth Hacker que no sólo debe tener conocimientos y ser experto en diferentes disciplinas, sino que tambien tiene que contar con una mente analítica y creativa en mismo cerebro. Vamos a ver algunos ejemplos:
- ¿Damos acceso sin limitaciones en las funcionalidades por un periodo de tiempo?
- ¿Qué pasaría si para no desactivar la cuenta gratuita obligaramos a que interactuara con la aplicación una vez por semana?
- ¿Debe ser el usuario el que eliga pagar o seguir con la versión gratuita?
- ¿Que podríamos ofrecer si el cliente comparte información del producto en sus redes sociales?
- ¿Ayudaría a la difusión de nuestro producto si mostraros información de interés para el usuario facilmente compartible en redes sociales?
- ¿Qué beneficios obtendríamos si cambiamos nuestra comunicación de más formal a informal?
- ¿Sería útil que una vez que un cliente ha pedido información de nuestro producto, le incluyeramos en una lista de disbución, enviandole una cadena de emails con vídeos en vez de con textos?
Probablemente se nos podrán ocurrir ideas que en principio no tengan sentido, y nos equivoquemos al ejecutarlas, pero tienes que ser suficientemente valiente para probarlas, sin miedo al error, debiendo construir un ambiente sin penalización ni al cambio ni al fracaso. Si nos equivocamos mucho, es un buen indicador que lo estamos haciendo bien. Siempre que aprendamos de los errores, estudiemos lo que ha podido suceder, hayamos medido los resultados y nos haya llevado a soluciones mejores, mejorando lo existente. ¿Acaso es posible llegar al éxito sin equivocarse?
Los Growth Hackers son obsesivos
Pasarse horas pensando en como hacer crecer la base de usuarios, retenerlos y que no dejen de interactuar con tu producto, pudiera ser hasta divertido, incluso días o semanas, pero un Growth Hacker tiene que hacerlo durante meses o incluso años. ¿Serías capaz de hacer esto? excluyendo el resto de objetivos como la rentabilidad o las ventas.
Una vez que se ha encontrado la manera de convertir y monetizar un usuario parece fácil el haberlo conseguido, pero la realidad seguro que ha sido, que ha costado cientos de estrategias hasta encontrar las más eficaces. No rendirse, aceptar el error, trabajar duro, sin perder la ilusión, continuar probando cosas nuevas, lleva consigo una parte de gestión emocional imprescindible para no rendirse en el único objetivo que no es otro que el de hacer crecer el número de usuarios.
En lo que no podemos confundirnos es en pensar que sólo hay una manera de hacer crecer nuestro negocio, siempre es una pila de acciones que han tenido éxito, que son infinitamente menor que la pila de acciones que han ido mal. Porque sin duda no hay una sóla clave del éxito de una startup, sino una acumulación de ellas.
¿Cuál es nuestra conclusión?
El Growth Hacker es un pérfil relativamente nuevo, sobre todo en nuestro país. En realidad es un cambio de mentalidad que deben sufrir las empresas, y no sólo las startups. Es cierto, que una startup tiene unas necesidades concretas, ya que la monetización suele venir después de la generación de usuarios, no siendo todos los usuarios los que deben pagar para hacer rentable el negocio.